- �Qu� desea saber? - pregunt�, con un hilo de voz, que
cualquiera podr�a sospechar lo nervioso que me hallaba.
Es que realmente era muy joven para ir a prisi�n a causa de
un est�pido ni�o, que se obsesion� conmigo. Lo peor que se me pudo ocurrir en la
vida fue haberme acostado con Bautista. De dejarme llevar por las ganas de
penetrar a alguien y hacerlo con una persona realmente emblem�tica e inmadura.
Imagin� c�mo ser�a si en el pabell�n se enteran que me acusan de haber violado a
un ni�o. �Las cantidades de cosas que me har�an! No tendr�a ning�n d�a de paz en
el que no tendr�a que chupar una verga. Vivir�a aliment�ndome de semen
�nicamente. Tendr�a que dormir con personas que no descansar�an hasta romperme
el culo y dejarme sangrando. Y cuando vinieran a hacerme una org�a. Cinco o seis
hombres reunidos ante m�, trat�ndome como una puta. Sin protecci�n podr�a
contagiarme de enfermedades. De acuerdo, todo lo anterior sonaba fant�stico,
pero lo de las enfermedades, no. �Me dejar�an ingresar a la c�rcel con varias
cajas de condones? No lo cre�a. Dios, la idea me aterrorizaba. El inspector
Felipe, cual sea que fuere el apellido que me dijo, me miraba, estudi�ndome.
- No te asustes. - dijo una voz a mis espaldas. Lucas ven�a
caminando hacia nosotros. - �l es un amigo m�o. Le dije que estar�a aqu� y vino
a ayudarnos a encontrar a las personas que me golpearon.
- Siento haberte asustado as�. - se disculp� Felipe conmigo.
- Siempre hago ese chiste a las personas, ya que hace poco me recib� de
inspector.
- Por eso es que decid� llamarlo a �l. - me cont� Lucas. - Es
mejor que avisarle a la polic�a. Ya que si de veras se trata de una Logia o una
secta la que anda detr�s de nosotros, dudo mucho que la polic�a pueda llegar a
hacer algo, o en el peor de los casos, dudo mucho que la polic�a nos crea. Es
m�s, hay muchos casos en los cuales la polic�a tambi�n est� al tanto de estas
cosas y no hacen nada.
Todo lo que Lucas dec�a ten�a sentido. Sin embargo a�n yo no
lograba calmarme al pensar que Felipe ven�a a arrestarme por el tema de
Bautista, por lo que s�lo call�, sin lanzar comentarios o pregunta alguna.
Segu�a muy asustado como para hablar.
- S�lo hay una petici�n. - dijo Felipe, mir�ndome. - Este
plan no tiene que salir de nosotros tres. Nadie m�s se puede enterar porque si
mis supervisores se enteran que estoy haciendo estos actos extraoficiales y de
una manera clandestina, yo ser�a quien tendr�a los problemas.
Pens� en objetar que Cris tendr�a que saberlo ya que formaba
parte de nuestro grupo tambi�n, aunque Lucas no lo sab�a, pero justo en ese
momento comenz� a sonar el tel�fono de mi casa y corr� a atenderlo, sin comentar
nada. Quiz� eso fue mejor, ya que si llegaba a hablar, tendr�a que confesar que
le cont� a Cris el secreto de mi amante.
- �Hola? - salud�, agitado.
- �Mariano Finek? - pregunt� una voz desconocida.
- S�, soy yo. - respond�. - �Qui�n habla?
- Habla Iv�n. El novio de Lucas. S� que est� en tu casa.
�Puedo hablar con �l? Es urgente.
Me qued� helado. �Novio? �Se hab�a autonombrado novio? �C�mo
es posible que siga diciendo eso si Lucas ya hab�a terminado su relaci�n con �l?
�Y si no lo hizo? �Oh, mi Dios! Todo hab�a sido un enga�o. Lo hab�a hecho s�lo
para llevarme a la cama.
- Est� bien. Espera un segundo. � dije, al reaccionar.
Dej� el tel�fono colgando sobre mi escritorio y corr� hacia
el exterior de mi casa, casi chocando con Lucas que estaba ingresando
nuevamente.
- Tel�fono para ti. � avis�, en voz lenta y cortada. Lucas no
dije nada y se dirigi� a agarrar el tel�fono. - Es Iv�n.
Lucas se qued� paralizado, d�ndome la espalda, en el medio de
la habitaci�n. Comprend� que me hab�a mentido. Que en realidad �l no hab�a
terminado con Iv�n, y que todo hab�a sido una excusa para que me acostara con
�l. �Ese engendro de Iv�n no pod�a haber llamado una hora y media antes as� no
me acostaba con Lucas? No estaba arrepentido, pero ten�a tanta bronca que mis
ojos comenzaron a llorar por el enga�o.
- No es lo que t� crees. - me dijo Lucas, caminando hacia el
tel�fono.
Ni siquiera lo escuch�. Me encerr� en el ba�o y comenc� a
llorar. En menos de dos d�as hab�a sido traicionado ampliamente por los dos
hermanos. Cada traici�n fue peor que la otra y no sab�a cu�l de las dos me dol�a
m�s. Escuch� como Lucas colg� el tel�fono y sali� de mi casa, encendiendo su
auto y march�ndose. Yo no sab�a qu� era lo que estaba haciendo mal pero de
repente, todo mi mundo, que m�s o menos se manten�a estable, se estaba
derrumbando a pedazos.
*
Llegado el viernes, y sin noticias de ninguno de los dos
hermanos, aguard� ansioso a que llegara el mediod�a y termine mi �ltima clase de
universidad para poder irme a preparar mi casa para la llegada de mi hermano
mayor. Sal� del edificio y me encontr� con un clima caluroso pero el cielo se
ve�a igual de nublado que hace una semana. Seg�n hab�a le�do en el diario de
hoy, una gran tormenta azotar�a la ciudad. Ya ser�a la segunda en lo que va de
la semana.
En el exterior, divis� a una joven que extend�a su brazo en
lo alto y me se�alaba. Al principio no la reconoc� aunque le vi cara conocida,
pero luego al divisar bien sus hermosos ojos celestes y sus cabellos dorados,
record� de que se trataba de la hermana menor de Cris: Ludmila.
- Tengo que hablar contigo. - dijo Ludmila, mir�ndome, una
vez que llegu� a ella. - Se trata de mi hermano. Algo muy extra�o est� pasando
con �l. �Tienes tiempo para un caf�?
*
La caminata con Ludmila desde la universidad hasta el Bar que
se encontraba a dos cuadras fue callada. Al parecer la chica se estaba guardando
todo para dec�rmelo m�s calmada, como si me estuviera a punto de revelar un
secreto. �Qu� problema ahora me tendr�a que enfrentar?
Nos sentamos en el interior del bar y pedimos a un mesero dos
caf� simples. A ella se la ve�a nerviosa y no dejaba de mirar para todos lados
disimuladamente, como con miedo de que estemos siendo observados o que nuestra
conversaci�n la fuera a escuchar alguien.
- �Est�s bien? � pregunt�, como para romper el hielo. � Se te
ve p�lida.
- Muchos problemas. � argument�. � Las cosas con mi novio no
est�n muy bien que digamos, pero eso no es para lo que te cit�. � Trag� saliva y
concentr� sus ojos en m�. - Tal vez lo que te diga resulte extra�o. - coment�. -
Pero mi hermano, hace casi un mes, que est� actuando de una forma muy diferente
a la que estaba acostumbrado. - Hizo una leve pausa para buscar que era lo que
exactamente dir�a y luego continu�. - Ver�s, �l y yo siempre nos cont�bamos
todos. �ramos los mejores amigos que pod�an existir, pero luego apareci� en su
vida un grupo de gente extra�a y entonces nada fue igual.
- �A qu� te refieres con gente extra�a? - pregunt�.
- No s� exactamente como explic�rtelo. - confes�, llev�ndose
su cabellera hacia atr�s, con sus manos temblorosas. - Pero pasa mucho tiempo
fuera de casa y ya casi no me habla. Si vengo a hablarte a ti, es porque s� que
t� eres su mejor amigo y tal vez me puedas ayudar con algunas dudas.
- Soy su amigo pero no coment� nada sobre un nuevo grupo de
personas. - aclar�. - A�n as� no veo cu�l es el problema. Es un nuevo grupo de
amigos. Nada m�s. Todos necesitamos relacionarnos con otro grupo de gente.
- Claro, si no fuera porque falta un detalle muy importante.
- continu�. - Hace dos semanas encontr� en su cuarto un escrito o un papel, no
lo s�, que parece un certificado. M�ralo.
Ludmila agarr� su cartera y comenz� a rebuscar algo. Extrajo
de all� un pergamino viejo, como los de antes que ahora se pueden ver en las
pel�culas, el cual estaba cuidadosamente enrollado. Lo tom� entre mis manos y lo
desplegu�. Se pod�a leer en letras grandes y negras, escritas a manos, la
siguiente frase: "Bien... a un tiempo innovador... S�lo tu alma"
Le� y rele� la frase una docena de veces m�s, y segu�a sin
sentido como la primera vez. �Qu� significaba aquello de un Tiempo Innovador?
�Se aproximaban cambios? �O era una frase de alg�n juego? No la entend�a. Pero
me horroric� al ver lo que hab�a en la parte posterior del pergamino.
En la parte izquierda se encontraba la firma de Cris, que
l�gicamente despu�s de tantos a�os de amistad la reconoc� f�cilmente. Pero en la
parte derecha hab�a unas grandes gotas rojas. Y entonces lo comprend�. Hab�an
hecho que Cris firme ese pergamino con sangre.
*
Despu�s de prometerle unas veinte veces a Ludmila que no le
mencionar�a nada al hermano sobre lo que ella me confi�, me desped� y me dirig�a
a mi casa a acomodarla un poco para la llegada de Juan, mi hermano querido. Pero
nuevamente parec�a que ese proyecto se ver�a suspendido cuando mi celular son�,
y en el identificador de llamadas apareci� el n�mero de la casa de Lucas. �Que
emoci�n! Se hab�a acordado que despu�s de tres d�as, sin noticias suyas, que yo
exist�a. Estaba a punto de colgar, envuelto en una repentina bronca, quiz� para
hacerme desear un poco, pero algo me lo impidi�. Atend� con toda la intenci�n de
gritarle, aunque el que me habl� fue Bautista, y me qued� con la intriga de a
cu�l de los dos odiaba m�s.
- Hace casi una semana que no s� nada de ti. - coment�
Bautista, del otro lado. - Se pasa el tiempo y no hiciste mucho por m�. �Qu�
clase de novio eres si no me prestas atenci�n?
- No soy tu novio, maldito enano hijo de puta. - respond�,
enojado. - �No puedes ir a jugar con tus juguetes?
- Mi �nico juguete eres t�. - respondi�, en forma amenazante.
- Quiero que vengas a verme ahora. - y cort�.
Mir� el reloj, eran las 11:34 a.m. No sab�a muy bien para
donde giraba, cuando dobl� para la casa de Bautista, pero sab�a que no pod�a
impedirlo. Algo me llevaba, como un impulso, hacia su casa. Tal vez con la vana
esperanza de poder ver a Lucas y confirmar la pregunta que me hizo el martes:
"S�, le rompo el culo a tu hermanito, tanto como t� nunca volver�s a tocar el
m�o".
Ya me encontraba frente a la casa de la familia, y estaba
dispuesto a aclarar a algunos puntos claves en la situaci�n que tanto detestaba.
*
- Como habr�s notado durante esta semana casi no has recibido
noticias m�as o de mi hermano. - dedujo Bautista, cerrando la puerta de su
habitaci�n. - La respuesta es muy sencilla, nuestros padres se han mudado.
Me qued� mir�ndolo sorprendido. Era algo que no me esperaba.
Desde principio de a�o que los padres de mi mejor amigo est�n con el plan de que
ellos se mudasen a una ciudad en donde la empresa, de la que ambos son socios,
abriera nuevas sucursales en otros sitios, pero nunca me imagin� que se har�a
realidad alguna vez. Y si as� fuera, pens� que se lo llevar�an a Bautista con
ellos. De sabido era que a Lucas siempre le entusiasm� la idea de que pudiera
vivir solo, o con su hermano, en el peor de los casos y me doli� profundamente
que ni siquiera eso halla podido compartir conmigo. Ya todo estaba destruido en
nuestra amistad y eso me lo confirmaba.
- As� que te pido mis humildes disculpas por no haberme
comportado como un novio al no tenerte al tanto. - exclam�, acerc�ndose
lentamente.
Me sent� en la cama y lo vi llegar hacia m�. Puso sus manos
sobre mi cuello y comenz� a besarme. No pude resistirme y abr� la boca para que
su lengua entrara en mi interior. Su beso era tan caliente y sab�a a menta como
la primera vez. Pero no, ten�a que desistir a esa idea. Si segu�a bes�ndolo,
aceptar�a su propuesta de ser su esclavo, y no quer�a que sucediera eso. Mi
coraz�n no le pertenec�a a Bautista, sino a su hermano mayor, Lucas.
- Ap�rtate. - dije, separ�ndolo y par�ndome, con un camino
directo a la puerta para irme. - Esto no est� bien. - en ese momento se me
ocurri� usar la psicolog�a con �l. - Lucas puede venir en cualquier momento. Si
nos llegara a descubrir...
- Lucas no est�. - respondi�, interrumpi�ndome. - Est� en la
casa de ese nuevo amigo que tiene. Un tal Iv�n, el del kiosco. En esta semana se
ha estado viendo mucho con �l. Si no lo conociera, dir�a que ya son novios. -
luego sonri�, mir�ndome con una mirada totalmente diferente. - Parece que Lucas
ya no te quiere como mejor amigo.
En su mirada se notaba triunfo. Gloria. �l gan�. Supo como
vencerme con pocas palabras. Ya no importaban las pruebas. No me importaba si me
denunciaba. Ten�a ganas de llorar. Me arrodill� sobre y abr� mis brazos en se�al
de que era todo suyo. Bautista la comprendi� y fue hacia m�. Sin necesidad de
inclinarse, comenz� a besarme el cuello. Su lengua pasando por all� salvajemente
hac�a que me estremezca por las cosquillas que sent�a. Lo abrac� y bes�
nuevamente sus labios, esta vez entregando toda la pasi�n que sent�a.
Nuestras lenguas hac�an un lazo de saliva �nico. Mis manos
acariciaban su peque�o cuerpo, que se me entregaba con facilidad. �l me amaba,
aunque s�lo era un ni�o y tal vez no conociera el amor, sab�a lo que quer�a.
�Qui�n me sent�a yo para rechazarlo? Tal vez rechazar lo que Lucas dijo que iba
a entregarme y no lo hizo. El despecho me llev� a amarlo yo tambi�n. Mi verga
estaba erecta y lista para ese joven ni�o.
Bautista hizo un bravo impulso y me tir� al piso, acost�ndose
sobre m�. Besaba cada cent�metro de mis ojos y tragaba cada una de mis l�grimas
de bronca del momento. Luego se sent� sobre mi verga, protegida por el pantal�n,
y pas� sus manos por todo mi torso. Se levant� un poco y se baj� el pantal�n
hasta las rodillas. En ese momento yo saqu� mi verga del jeans, esperando a que
�l se volviera a sentar para poder entrar en su interior. A Bautista le cost� un
poco acomodarse y no lleg� a sentarse del todo cuando exclam� un grito de dolor.
Mis manos sosten�an su cintura y lo guiaban al camino del placer. Cuando estuvo
completamente listo, comenz� a levantarse y agacharse r�tmicamente. Nunca hab�a
tenido en mi poder esa sensaci�n tan salvaje, pero esta vez era la mejor de
todas las otras. Ver la cara de mi amante peque�o gozando me hac�a suspirar y
querer entrar en su interior completamente. Alcanc� a que mi mano llegara a sus
rostros y le extend� mis dedos que, uno por uno, se fue metiendo en la boca,
trag�ndoselos como si fueran peque�as vergas para �l. De pronto sent� que mi
orgasmo ya estaba cercano.
- Estoy por acabar... - advert�.
- Hazlo en mi orto. - jade� Bautista. - Quiero tener en todo
mi cuerpo tu exquisita leche que tanto amo... como a ti.
Y luego de unos segundos, toda mi leche entr� en su interior.
*
- �Qu� pasa con mi hermano? - me pregunt� Bautista. -
Cu�ntamelo.
Ambos est�bamos parados en la puerta de entrada. El d�a
segu�a caluroso y nublado. Al sur se ve�an acercarse nubes m�s negras que las
que nunca vi en mi vida. Tambi�n, por momentos, unos diminutos rayos cortaban la
tranquilidad del mediod�a. Pero no se escuchaba ning�n trueno, por lo que
comprend� que deber�a estar muy lejos y tal vez nos arribaba para la noche.
- Escucha, tu hermano y yo... - comenc� pero me detuve, a�n
sin saber si un ni�o comprender�a lo que me estaba pasando. - Tu hermano y yo
tuvimos sexo el martes.
- �Lo amas? - pregunt�, antes de que pudiera continuar con
algo m�s. - �Amas a Lucas?
- No lo s�. - respond�, hablando bajo. - �l ahora est� con
Iv�n, que es su "amante". Lo siento, Bautista, pero no puedo ir en contra de lo
que siento.
- Te entiendo. - repuso. - S�lo quiero que sepas que
destruir� las copias del video. No deb� tratarte as�. Perd�name.
Tuve unas terribles ganas de besarlo en ese momento, pero me
contuve. Finalmente, y despu�s de tanta bronca que ahora no sirve de nada,
hab�an llegado a su fin. Bautista, a pesar de tener s�lo doce a�os, se mostraba
como una persona madura e inteligente.
*
Al regresar a mi casa me encontr� con lo que m�s me alegr� en
lo que va del d�a. Juan, mi hermano, me esperaba en el exterior de mi casa,
acompa�ado de un bolso, al lado de su auto. Al parecer, acababa de bajar y
estar�a golpeando la puerta para ver si me encontraba. Juan me divis� y me hizo
una se�al con la mano.
- �Hola! - grit�, bajando del auto y abraz�ndolo.
- Veo que no me esperabas. - observ�, con una sonrisa.
- No sab�a a la hora que llegabas. - dije e ingres� a la
casa. - Disc�lpame el desastre que hay. Tuve cosas que hacer por la universidad
y no tuve tiempo de acomodar la casa. Pero creo que tu cuarto est� igual que la
�ltima vez que nos vimos.
En ese momento son� el celular. Creo que cada vez que
escuchaba ese sonido, eran se�ales de malas noticias. Me disculp� con Juan y
sal� a atenderlo afuera.
- �Hola?
- Hola, �Mariano? - pregunt� una voz. - Soy Iv�n. El novio de
Lucas. Quiero hablar contigo. Esta noche. Se trata de �l. En mi kiosco. �Puedes?
- S�. - respond� antes de comprender lo que estaba haciendo.
- �A qu� hora?
- A las diez estar� bien. - repuso Iv�n. - Te espero. - y
cort�.
*
La tarde fue agradable con mi hermano. Entre caf�s y
cigarrillos pas� muy r�pido el tiempo. Nos contamos cosas sobre nuestra vida,
sobre los estudios y sobre las mujeres. En ning�n momento toqu� el tema sobre
mis experiencias con los hermanos. Es que no ten�a la suficiente confianza como
para decirle lo que me pasaba con los dos, aunque tal vez un consejo de �l era
lo que m�s necesitaba en ese momento de confusi�n. Ambos dec�an amarme, pero los
dos ten�an puntos en contra. El mayor me enga��, dijo haber termina su relaci�n
con Iv�n, pero no fue as�, sino hubiera aparecido s�lo para excusarse. Y el
menor, es el que es capaz de hacer cualquier cosa para conseguirme y eso lo
convierte en un poco loco, lo cual me asusta. Para colmo ten�a otras dos cosas
m�s de las cuales pensar y ambas entornaban ante s� un gran misterio: ahora era
Ludmila, la hermana de Cris, que vino a hablarme sobre el pergamino y la
posibilidad de que su hermano mayor se encuentre en algo grave. La otra
situaci�n era Iv�n y su llamada misteriosa. Quer�a hablarme de Lucas. Tal vez
aclararme algo. No s� que pasar�a esa noche a las diez, pero esa charla me
llenaba de ansiedad.
*
Llegadas las diez de la noche, una gran tormenta se cern�a
sobre la ciudad, empap�ndola. En el auto apenas me dejaba divisar a las personas
que estaban a mi alrededor. Los rayos iluminaban hasta cegarme por unos
instantes, para luego dar paso a un horripilante ruido que me pon�a los pelos de
punta.
Estacion� frente al kiosco y baj�. La puerta de cristal
estaba cerrada, y en su interior no se ve�a movimiento a pesar de que la luz
estaba prendida. Corr� hasta el lugar, empap�ndome con la esplendorosa lluvia de
diluvio. De pronto me detuve en seco pensando en que no deber�a estar all�. �Y
si estaba Lucas? Un nuevo y repentino rayo me impuls� a entrar. A pesar de que
la puerta de crista estaba cerrada, no ten�a llave, por lo que cedi� al primer
empuj�n que le di.
El local estaba desierto. Desde el interior se escuchaba a la
rumiante lluvia chocar contra el techo. Afuera se ve�a oscuro, como la boca del
lobo, y s�lo se segu�a iluminando por los rayos y el �nico sonido que segu�a era
un trueno.
Luego vi algo que me horroriz� por completo y no pude
contenerme al pegar un grito terriblemente espantoso. Iv�n yac�a en el piso,
inconsciente, con manchas de sangre por todos lados. El piso parec�a un peque�o
lago rojo. Grit�. Grit� tanto que cre� que se me saldr�a la garganta. Y luego vi
la pared. Unas letras. Las mismas letras que estaban en el pergamino de Cris.
Rojas. Grandes. Relataban: "BIEN... A UN TIEMPO INNOVADOR... SOLO T� ALMA"
Entonces comprend� que Iv�n... estaba muerto. �Hab�a sido
asesinado por el mismo grupo al que pertenece Cris!
*
CONTINUAR�...