Hijo de un padre autoritario, desde muy chico conoc� lo que
era el trabajo duro. El mayor de cuatro hermanos me llev� hacer el brazo derecho
de mi padre. Me levantaba al alba y junto a �l recorr�a sus campos atendiendo
supervisando que todo el trabajo se hiciera bien. Mi padre era un hombre muy
alto, de mirada seria al igual que su personalidad. Con un aire de militar, muy
pocas veces se re�a y su voz era una orden que nadie dejaba de ejecutar.
Por lo mismo, mi madre siempre fue una mujer muy sumisa, de
voz muy suave, y que pasaba muy desapercibida. Cualquier persona que llegaba a
nuestra casa dudar�a si ella la due�a de casa o solo una empleada.
Conoc� y trabaje en todo los trabajos que se pudiesen
presentar. Sembr� y cosech� como un pe�n mas, orde�e vacas, corte le�a, fabriqu�
acequias, levant� muros de piedra a todo sol. Nadie pudo decir nunca que fui el
"hijito del patr�n", ni que se me dio la vida f�cil.
Al tener 18 a�os, la vida me prepar� un gran desaf�o. La
s�bita muerte de mi padre, me dej� como el pilar de la familia. De un principio
tome este nuevo rol, siguiendo la misma l�nea de mi padre. Mi personalidad al
igual que la de el, era muy fuerte, mis hermanos y hermanas mayores me
respetaban al igual que si yo fuera su padre.
Me sorprendi� la cantidad de millones que mi padre ten�a en
sus cuentas de ahorro. No viv�amos mal, sin embargo nunca tuvimos lujos. La
camioneta de mi padre era buena, pero no de �ltima moda, no sal�amos de
vacaciones etc.
Muchos meses despu�s del fallecimiento de mi padre, tuvimos
que viajar a la ciudad con mi madre a hacer algunos tr�mites. Ella se visti� muy
elegante para ir a la ciudad. Sin embargo cuando llegamos, me di cuenta como
andaban vestidas las mujeres de la ciudad y como andaba mi madre.
Luego de hacer los tr�mites, nos fuimos a almorzar. Le dije
que pasar�amos por alguna tienda, para que se comprara ropa. Ella no quer�a, sin
embargo, no me contradijo.
Entramos a una tienda grande y con la ayuda de una vendedora,
le compr� varios vestidos, blusas, zapatos en fin. Me cost� un poco que se
decidiera a usar vestidos mas ajustados o escotes, pero al fin me sal� con la
m�a y se fue al probador.
Le orden� que ten�a que salir, para ver como se ve�a. Ella no
quer�a, pero con mucha verg�enza sali� y realmente qued� sorprendido, con un
vestido ajustado, corto por sobre la rodilla. Mi madre ten�a una muy hermosa
figura, oculta siempre por sus anchos vestidos. Le pase que se probara otro
vestido, tampoco quer�a salir, por que seg�n ella era demasiado escandaloso. La
vendedora se re�a a mi lado. Nuevamente qued� sorprendido, al ver que sale con
otro vestido, pero a diferencia del otro, este era mucho mas escotado aun.
La vendedora le dijo que le quedaba muy bien, pero que ese se
usaba con otro tipo de sost�n. Mi madre se ruboriz�, cuando yo le ped� a la
vendedora que le trajera algunos para prob�rselos. Mi madre me dec�a que estas
cosas eran muy caras y que ella se sent�a mas c�moda con la otra ropa.
Yo le dije que a esa altura de su vida, deb�amos aprovechar
el dinero de mi padre, que ya hab�an sido muchos a�os de abstinencia, para nada.
Tambi�n le dije que a mi no me gustaba andar con una mujer con ropa tan vieja y
que quer�a lucirla. Eso como que la anduvo convenciendo y cuando la vendedora
trajo los sostenes entr� a prob�rselos. Esta vez junto con esos sostenes, se
prob� tambi�n otro vestido, tambi�n escotado y al salir, qued� con la boca
abierta. Se ve�a estupenda, regia y bastante sexy.
Le dije que se quedara con ese vestido puesto cancel� y nos
retiramos. Lo siguiente que hice fue ubicar una buena peluquer�a y dej� ah� a mi
madre, para que le hicieran un buen corte de cabello. Le dije a la peluquera que
le hiciera un corte moderno. Algo me dijo que no entend�, luego nos paso unas
revistas y encontr� el peinado que quer�a para mi madre. Ella solo miraba y
sumisa me dejaba ser. La muchacha le pregunt� si quer�a hacer algo con el color
de pelo. Ella me mir� y yo le dije que si, que la dejara muy bonita a gusto de
ella ( de la peluquera ). Comenzaron a lavarle el pelo, pregunt� cuanto
demorar�an y me dijeron que como una hora. A s� que mientras, me fui a dar una
vuelta a comprar algunas cosas que necesitaba y algo de ropa para mi.
Al volver luego de una hora, me di cuenta que mi madre ya no
estaba en la peluquer�a. Me molest� un poco ya que no sabr�a d�nde encontrarla.
Cuando le iba a preguntar a la vendedora, siento que mi madre me llama por mi
nombre. Al darme vuelta, qued� con la boca abierta. Mi madre estaba hermosa. Su
pelo hab�a sido alisado y le hab�an aplicado una tintura dej�ndola casi rubia.
Parec�a una mujer completamente distinta, hasta mas joven se ve�a, aunque
tampoco estaba tan vieja, ten�a 39 a�os.
Salimos a la call�, me fij� como los hombre la miraban
disimuladamente, incluso casi me agarra a combos con uno que le miro
descaradamente su trasero. En todo caso no lo culpo, ya que se le ve�a esquisto,
grande y muy redondo.
Mi madre se notaba muy contenta, y a todo lo que yo le
preguntaba, me dec�a que si, que yo decid�a. Comprando algunas cosas mas para
mis hermanos y algunas cosas para la casa. Cuando nos dimos cuenta, ya estaba
empezando a oscurecer. La distancia entre la ciudad y nuestras tierras no era
mas all� de dos horas de viaje, a si que no ten�amos mayor problema.
Al salir, ya estaba oscureciendo, pasamos a un local a comer.
Pedimos los mejores platos y orden� una botella de vino. Comimos y mi madre me
confes� que lo hab�a pasado muy bien y que le gustar�a que se volviera a
repetir, incluso sin comprar tantas cosas.
Yo a esa altura, ya ve�a a esa mujer no como mi madre, si no
como una hermosa hembra que hab�a despertado mis instintos. Y tratar�a de
aprovechar la situaci�n.
Al salir del restauran, le hice el comentario que luego de
comer tanto y tomar vino, me hab�a bajado un sue�o incre�ble. Nos subimos a la
camioneta y manej� como 10 minutos, todo el rato bostezando. Ella me dijo que me
fuera con cuidado, para que no fu�ramos a chocar. Tambi�n se critic� que ella no
hubiese nunca aprendido a manejar.
A la lejan�a pude ver el letrero de un Motel, que hab�a visto
en otros viajes que hab�a realizado con mi padre. Me detuve a un costado y baj�
a orinar. Al subir ella me pregunt� como estaba y le dije que la verdad estaba
muerto de sue�o. Ella me sugiri� que durmiera un poco y que luego continu�ramos.
Le dije que me parec�a lo mejor y lo mas prudente, pero que buscar�a un lugar no
tan cerca de la carretera u poco mas all�. Cuando pasamos por el Motel, sin
pensarlo dos veces, me met�. Ella solo me miraba, sin decir nada.
Le dije que quedarse a dormir al lado de la carretera, podr�a
ser muy peligroso, por que nos pod�an a asaltar, y que no me importaba pagar
algo de mas, contar de no correr riesgos. Ella me encontr� la raz�n y entramos a
la primera caba�a que estaba disponible. Apenas entramos son� el cit�fono de la
habitaci�n. Me preguntaron si me quedar�a por cuatro horas o por toda la noche.
En esos momento mi madre recorr�a la habitaci�n y verla dentro de ese ajustado
vestido, admirando su figura, su redondo y hermoso culo, su hermoso pelo opt�
por lo segundo. La joven me pregunt� si deseaba algo para beber y ordene dos
tragos. Mi madre me mir� con una cara extra�ada, pero cuando le cort�, le
expliqu� que ven�an dentro del valor de la habitaci�n a si que no hab�a por que
desaprovecharlos.
Me recost� en la cama y nuevamente le dije lo bien que se
ve�a. Le dije que se probara los otros vestido, ahora mas en confianza para ver
como se ve�a. Ella me dijo que no, pero yo ya hab�a salido a la camioneta a
buscar las bolsas.
Saqu� todos los vestidos. Ella me dijo que le daba un poco de
verg�enza, ya que las paredes del ba�o, eran de vidrio, y aunque no se ve�a a
trav�s de ellos, claramente se vislumbraba la silueta. Yo le dije que no fuera
tonta, que �ramos familia y que no hab�a de que avergonzarse. No muy convencida
entro al ba�o y comenz� a desnudarse.
La visi�n a trav�s de los cristales termino por completar mi
excitaci�n. Perfectamente pod�a ver cada uno de sus movimientos. Primero se
desabrocho el vestido por la parte de atr�s y este cay� por su propio peso al
suelo. Ya me imaginaba como se ver�a mi madre solo en ropa interior. Luego se
coloc� el vestido y arregl�ndose un poco el pelo, volvi� a salir a la
habitaci�n.
Se ve�a espectacular, y se lo hice saber. Ella ya un poco
menos t�mida conmigo, me dijo que ya se sent�a mas c�moda con esa ropa. Le hice
ponerse uno de los vestidos que hab�a elegido yo. Era mucho mas corto que ese,
entro nuevamente al ba�o y se cambi�. Me dijo que con ese no se atrev�a a salir,
ya que le quedaba demasiado chico. Le dije que saliera para darle mi opini�n.
La verdad ese vestido dej� lejos a todos los otros. Era de
color rosado, de una tela muy delgada y aparentemente era una talla menos que la
de mi madre. Mucho m�s corto que los otros, dejaba al descubierto sus hermosas
piernas. Le hice darse una vuelta, su ropa interior se trasluc�a perfectamente y
su culo apenas hab�a entrado en ese vestido, not�ndose mas redondo y apetecible
que en los anteriores.
Estaba lista para entrar al ba�o a cambiarse, cuando, le digo
que se acerque a la cama, para beber el trago y brindar.
Por que vamos a brindar
Por la perfecto d�a que hemos pasado
Me parece que brindemos, por que realmente lo hemos pasado
muy bien.
Nos quedamos unos segundos callados y me pareci� escuchar
algo al otro lado de la habitaci�n. Me levant� y apoyando mi o�do contra la
pared, pude escuchar como la pareja del lado estaban d�ndose con todo. La hice
levantarse para ponerla a ella a escuchar tambi�n. Ella en un principio no
quer�a, pero bajo mi insistencia lo hizo. Se coloc� a mi lado, pero yo la mov�
delante m�o, con la excusa que ah� se escuchaba mejor.
La tome de su cintura, y apoyando mi o�do contra la pared, al
igual que ella, comenzamos a escuchar.
Mi verga ya hace rato que se encontraba en posici�n, y al
bajar la mirada y ver el culo de mi madre, a escasos cent�metro m�os, no resist�
la tentaci�n y le apoy� mi peso, haci�ndole sentir el paquete que ten�a dentro
del pantal�n. Ella no opuso ninguna resistencia. Se qued� callada con el o�do en
la pared. Mi verga al contacto de ella reacciono mas aun coloc�ndoseme como una
roca. Era imposible que ella no la hubiese sentido. La not� un poco nerviosa,
pero en ning�n instante hizo nada por moverse.
Al parecer lo est�n disfrutando � le dije muy silenciosamente
casi en el o�do � ella no dec�a nada, pero su piel se eriz� al sentir mi voz tan
cerca de su o�do, Quiso separarse, pero tom�ndola del hombro la dej� en la misma
posici�n contra la pared. Esta vez mis manos la tomaron de su cintura un poco
mas y mi peso ya fue mucho mas notorio.
No deber�amos estar escuchando esto, hijo
Tranquila madre, ser� nuestro secreto
Pero no esta bien, que espiemos a esa pareja mientras .....
Mientras que?
Mientras tienen relaciones
Te pasa algo al escucharlas? ( mis manos ahora la tomaron
por detr�s de sus brazos desnudos, sintiendo como su piel se erizaba al
contacto de mis manos y el sonido de mi voz tan cerca de su o�do )
Me da un poco de verg�enza, y mas estar escuch�ndolas con
mi hijo
Pero tu hijo ya esta grande, sabe lo que es la vida. Ahora
ser� el, el que te cuide, el que mime, el que te proteja ( mientras dec�a
esto, comenc� a darle peque�os besos en su cuello,, a los que ella solo
respondi� dobl�ndolo un poco en se�al de cosquillas )
No hagas eso que me da cosquillas
Sabes que me pasa a mi cuando escucho a la pareja del lado?
No, y no quiero saberlo. D�jame cambiarme este vestido
Por que te lo vas a quitar, te ves muy bien, te asienta muy
bien, mira como se ajusta a tu cuerpo ( mis manos le tocaban su cintura,
subiendo por su est�mago hasta casi tocar sus pechos )
Gracias
Te gusta que te haga cari�o madre?
Si me gusta, pero d�jame ir a cambiarme ( trataba
suavemente de salir , pero con mi cuerpo apoyada contra su espalda y al otro
lado la pared, no pod�a hacer mucho )
Estas muy bonita hoy madre, y te quiero mucho
Gracias hijo, yo tambi�n te quiero mucho
Me quieres mucho, mucho, mucho?
Si, con toda mi alma
Y me darias un regalo
Un regalo?
Si , algo que me har�a muy fel�z
Depende
Quiero que esta noche,, seas mi mujer .....
Que!
Como lo oyes madre, quiero que esta noches seas mi mujer
No sabes lo que dices
No, pero se lo que quiero
Mis manos descaradamente se metieron por delante de su
vestido, tocando sus piernas desnudas. Ella quiso salirse, pero mi cuerpo era
muy grande y no se lo permit�. Comenc� a tocarla por todos lados, tratando de
que nuestros labios se juntaran. Ella con sus manos en mi pecho trataba de
correrme, pero me d� cuenta que solo era un excusa para que la besara.
Trat� de sacarle el vestido, pero le quedaba tan ajustado que
me ser�a muy dif�cil lograrlo sin que ella me ayudara.
Vas a romperlo, d�jame que me lo quito.... � Hijo esto esta
mal, es pecado � ( pero de todas formas continuaba sac�ndose el vestido )
Hazlo por mi madre
Yo por ti har�a cualquier cosa, pero esto esta mal
......esta muy mal hijo ...�estas seguro?
Muy seguro!
Yo termin� por sac�rselo y con solo sostenes y calzones la
empuje a la cama y me sub� sobre ella. Mis manos en sus nalgas no perdieron
tiempo y manose�ndola completamente se encontraron con sus vellos p�vicos .
Ella no dejaba de decir que estaba mal lo que estabamos
haciendo, pero su cuerpo dec�a otra cosa, ya que mientras, dec�a que no, que era
pecado, ella me dejaba hacer todo lo que quisiera. La call� con un largo beso y
yo mismo termin� de desnudarme, y sacarle a ella su sost�n, liberando dos
hermosos pechos, del tama�o justo, todo esto, sin dejar de besarla.
Levantando sus piernas, le saqu� la �ltima prenda de vestir,
que la dejar�a completamente expuesta ante mis ojos. Ella con su brazo se tap�
la cara para no ver como su hijo, la miraba completamente desnuda prest�ndole
mayor atenci�n a sus partes mas �ntimas.
Sin pre�mbulos, ni poses ni cosas por el estilo, me monte
sobre ella de forma tradicional, solo con mis manos aferradas a sus ricas
nalgas: Cuando mi verga se encuentra con la humedad de su vagina, se detuvo unos
instantes, para comenzar a penetrarla muy lentamente, sintiendo como mi verga se
abr�a camino por esa h�meda cavidad que me hab�a tra�do al mundo 18 a�os atr�s.
Ella encogi� sus piernas coloc�ndomelas al costado de mi
torso, con lo cual se abri� mas su vagina y clav�ndome las u�as en la espalda,
sinti� como su hijo le enterraba cent�metro a cent�metro la verga, esa misma
verga que hace a�os atr�s, muy peque�a, ella abr�a limpiado y tocado mas de
alguna vez cuando le cambiaba los pa�ales, ahora la sent�a entrando y saliendo,
gruesa y vigorosa, de su �ntimo lugar, un lugar que solo a su �nico marido le
hab�a sido entregado.
Sentir como mi verga entraba y sal�a de dentro de mi madre
era demasiado excitante, morboso, fuera de cualquier l�mite. Sus besos
apasionados, su lengua dentro de mi boca, sentir sus nalgas entre mis manos, la
pose que ella adopt� era todo un conjunto que me ten�a loco.
Me sal�a completamente de ella y mir�ndola con sus piernas
recogidas, con una perfecta visi�n de sus nalgas y su chorito expuesto era estar
en el para�so. Le bese los pechos una y otra vez. Bes� su estomago y baj� hasta
que mi boca choco con esos suaves pelos que cubr�an su vagina. Ella quiso
detenerme con sus manos, pero no ten�a la suficiente fuerza f�sica ni la
suficiente voluntad. Le tome sus manos con las m�as y contin�e bajando. Ella se
retorc�a, un poco con miedo, un poco con placer. Todo eso era nuevo para ella,
como despu�s me lo confes�.
Mis labios toparon sus otros labios, pude sentir el aroma a
su sexo, y suavemente comenc� a rozar mis labios con los de su vagina. Ella me
suplicaba que subiera, pero yo no le hac�a caso, Contin�e avanzando, esta vez
fue mi lengua la que recorri� un poco mas adentro, haci�ndola gemir
desesperadamente suplicando su libertad, pero no, sin soltarle sus manos,
contin�e entreg�ndoles sensaciones nuevas.
Luego mi lengua encontr� su cl�toris, esa parte de su cuerpo
que solo hab�a sido tocado con los dedos y verga de mi padre, pero nunca con la
textura de una h�meda lengua y mucho menos la de su hijo. Eso fue demasiado para
ella. Me suplico un y otra vez, gimiendo que la dejara, pero yo sab�a que su
orgasmo no tardar�a en llegar y en vez de retirarme, aumente mis caricias,
convirti�ndose en ya en fuertes chupadas que lograron derramar toda la pasi�n de
mi madre, dentro de mi boca, entre grandes gemidos. Apenas ces� de brotar sus
l�quidos, me sub� sobre ella y la penetre hasta el fondo, una y otra vez. Mi
madre tiritaba de excitaci�n. Su boca desesperadamente busc� la m�a y besando
mis labios prob� el sabor que ella misma me hab�a dejado en la boca.
Tom�ndose ella misma sus piernas recogidas, me dej� abierto
el camino para entrar hasta el fondo de su cuerpo y estando completamente en su
interior, comenc� a descargarme, botando mi semen en su interior, entre grandes
gemidos, hasta que su cavidad quedo rebosante de esperma que sonaba de una forma
muy especial cada vez que se la met�a o se la sacaba.
Cuando termin� de salir mi semen, aun contin�e penetr�ndola
una y otra vez, sintiendo mis piernas todas mojadas al igual que mi pelvis y las
nalgas de mi madre.
Me recost� a su lado. Mi madre con su brazo sobre su cara,
tapando la verg�enza de la cosa que hab�a hecho. Ya extenuado, y envuelto en
sudor, cierro mis ojos sin decir nada, siento que ella comienza a llorar. La
abrac� y le ped� perd�n, una y otra vez, ella no me dec�a nada, solo lloraba.
Se dio vuelta, me abraz� y con lagrimas en los ojos, me dijo
que no me sintiera culpable. Que ella estaba un poco asustada con lo que hab�a
hecho, que era el segundo hombre de su vida, pero que hab�a gozado como nunca en
la vida y que siempre, estar�a ah� para m�, las veces que quisiera, para hacer
con ella y con su cuerpo, todo lo que yo quisiera con ella.
Desde ese d�a reemplace mi padre en todo, ... y cuando me
refiero a todo, es todo.
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