En 1992 comenzaron mis estudios de sicolog�a en la universidad. Como mi
familia viv�a en un campamento minero en el norte de chile, me toc�
compartir un departamento con un amigo y mi hermano mayor.
En tiempos de vacaciones yo ten�a la posibilidad de visitar a mis padres
en el norte gracias a unos pasajes a en avi�n que me facilitaba la empresa.
Esa vez no los us�, cambie boleto por dinero y me compr� un pasaje en bus,
19 horas hasta llegar a casa , pero con los bolsillos llenos, bien
val�a la pena.
Esa tarde tom� el bus, un bus bastante feo con asientos peque�os,
ya que era el mas barato de la l�nea.
Mi asiento estaba vac�o y me dio mucha alegria saber que dormir�a traquilo, solo.
Lo cual no se concret�, una mujer de unos treina a�os se sent� a mi lado 1 minuto
antes de salir.
Yo como buen estudiante llevaba mi libro de anotaciones y mi libro de clases
el cual me dediqu� a hojear hasta que llegamos a una ciudad, calera o algo as�.
Baj� a fumar y cruce una o dos palabras con mi acompa�ante. Era alta.
Me pregunto si estudiaba sicolog�a a lo que respondi afirmativamente.
Me explic� en lo que dura un cigarrillo que ella siempre hab�a querido
estudiar eso y estaba basante intrigada. Le coment� de mis clases y
mis profesores. Tuvimos que subir porque ya segu�amos camino hacia el norte.
En el camino, ya en la tarde, tomamos caf� y comentamos mis materias.
Debo confesar que era muy agradable.
De pronto se hizo de noche y lleg� la comida mas la ultima bajada en la altura
de la serena para el ultimo cigarro. Disfrutamos ese momento.
En los buses interprovinciales se reparten unas frazadas gruesas, sirven bastante
si la idea es pasar el frio del desierto en la noche.
Las luces se apagaron y quedaron s�lo los focos de los numeros de los asientos,
en penumbra nos colocamos las frazadas y descansamos en silencio.
Su mano tomo la m�a por debajo, lo cual me pareci� muy tierno y tambi�n lo
hice. La otra mano se pos� en mi rodilla derecha y comenzo a acariciarla.
No pude evitar una erecci�n, mis jeans, ya ajustados por la moda, casi expotaban.
ella subi� su mano lentamente y sigui� apoyada en mi hombro, d�ndome un concierto
de respiraci�n. Lleg� hasta mi cierre y lo baj�, meti� su mano y comenzo a
masturbarme lentamente, como el vaiv�n del bus, casi segu�a ese ritmo.
Yo, para no ser menos, tome su entrepierna y entre en sus calzones que
estaban bajo un pantal�n de buzo. Una masturbada limpia, tranquila, placentera,
mis dedos bajo el calz�n lograban humedecerse con los l�quidos de su vagina.
Este masajeo dur� bastante y cada vez era mas fren�tico.
Ella jadeaba en mi oido. S�lo se interrump�a si alg�n pasajero iba
al ba�o y pasaba por nuestro lado.
musit�:
-si sigues voy a acabar.........
respondi�
-hazlo en mi mano.......
No tuve otra. Tuve el orgasmo en su mano y ella lo presion� para que saliera todo.
Sonri� y me pidi� al o�do que hiciera lo mismo con ella, que le hiciera acabar ah�.
Con toda la sabidur�a de mis 19 a�os toqu� todo y ella logr� un peque�o orgasmo que
no pudo disimular y tosi� para esconderlo.
El viaje sigui� y me levant� al ba�o para ver que pod�a estar humedo despu�s de
todo lo que hab�a pasado.
En el ba�o not� que mis jeans estaban limpios y que pod�a estar tranquilo.
A la vuelta del ba�o me sent� al pasillo, donde estaba y ella me pidi� que
usara e asiento de la ventana, porque ella ten�a fr�o.
Lo hice, cuando ella se levant� not� que su mano estaba h�meda y que su
buzo estaba abajo, bajo las nalgas.
Nos tapamos.
Me pidi� que la abrazara por detr�s y que durmi�ramos porque ya ten�a mucho
sue�o.
Lo hice. Al sentir la piel de las nalgas comenc� a acarciarlas, aprovechando de
pasar por los labios humedos de la vagina que tanto me excitaban.
Sin verguenza subi mi otra mano para sentir sus tetas que eran peque�as pero
perfectamente redondas y mi mano lograba cubrir, sintiendo su pez�n duro en el centro.
Baj� el cierre de mis jeans, saqu� mi pene que otra vez estaba duro y lo
puse en su entrepierna, atr�s , donde empieza la vagina.
Estaba h�medo y tibio, jadeaba yo muy despacio , empujando mi pene y sientiendo
como ella aceptaba ese hecho, empujando hacia atr�s con fuerza. Como los asientos
son peque�os y definitivamente la penetraci�n iba a ser dificultosa , ella permiti� que
jugara con sus nalgas. Era una mujer maciza asi que de nalgas ten�a mucho y
las apretaba para que yo sintiera mejor.
Como ninguno de los dos aguantaba tal sacrificio, opt� por subir su pierna y tratar
de penetrarla, lo cual no pude , ya que la vagina estaba lejos y en mala posici�n.
De espaldas y con su mano ella llev� mi pene hasta los mas profundo y se movi�,
de tal manera que logr� penetrarla un poco. Jadeamos. �Como jadeamos!.
De pronto ella subi� su buzo y comenz� a levantarse. Me llev� despacio al
ba�o y entramos frente a la mirada de una se�ora que estaba en el �ltimo
asiento.
Ella se apoy� en el lavamamos, bajo su buzo con calz�n y todo y me pidi� que le metiera
todo, que ella ya no pod�a mas.
Entr� por atr�s en su vagina y en 3 minutos de empujar con fuerza meter y sacar,
tuve que sacarla porque iba a acabar. Me pidi� que lo hiciera dentro de ella,
que eso le daba placer ya que usaba anticonceptivos.
Como estaba fuera ya no ten�a tantas ganas de acabar y logr� meterlo de nuevo, al hacerlo ahora
fue suave y aterciopelado, estuve asi algunos minutos disfrutando y cuando sent� que ella ten�a su
orgasmo, acab� yo.
Se visti�, sali� primero, luego yo.
En el asiento dorm� con una mano en su pierna y otra en sus tetas.
Amaneci�, el desayuno fue mal�simo, ningno de los dos se atrevi� a hablar
de lo sucedido.
Seguimos el viaje conversando y riendo, con miradas que lo dec�an todo.
Ella baj� del bus en antofagasta. Se despidi� friamente.
La vi una vez en las torres san borja en santiago, ella rehuy� mi mirada.
Al menos tengo un precioso recuerdo de su intimidad.
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