Yo por mi parte tengo un peque�o negocio de venta de
abarrotes en mi propia casa y por ello soy muy conocida en el barrio, todos me
califican como una mujer ejemplar de una familia ejemplar, todos son muy atentos
y educados conmigo, pero en ello tiene mucho que ver mi imagen f�sica que
muestro, yo soy muy sencilla y humilde de car�cter, pero no puedo negar que soy
muy atractiva, algo que a m� me incomoda mucho ya que por mi forma de ser no s�
disimular piropos de los hombres en la calle, me averguenzo, me pongo de mil
colores, me siento muy incomoda ya que soy muy conservadora, esto ocurre cuando
tengo que salir sola a hacer compras fuera de mi barrio.

Soy de piel canela de pelo lacio negro, mido 1 metro 68
centimetros, y tengo una figura escultural, no puedo negarlo y a veces odio
saberlo, tengo buenas piernas; un trasero grande, firme y redondo; unos senos
tambi�n firmes y grandes, pero no inmensos; una cintura muy delgada; y eso que
no hago nada de ejercicio; tengo labios gruesos y ojos marrones.

El �nico hombre en mi vida ha sido mi esposo, yo siempre he
sido fiel y muy religiosa y moral, dedicada �nicamente a mi trabajo y a mi
familia. La vida sexual que llevo con mi esposo es de 2 a 3 veces al mes, muy
conservadora y muy recatada en comparaci�n con lo que les voy a contar. En
cuanto a mi forma de vestir siempre he tratado de hacerlo lo mejor posible y es
en el �nico aspecto en el cual soy un poco m�s abierta, por lo cual estoy segura
que es el motivo por el cual me lanzan piropos los hombres en las calles. Yo
normalmente visto pantalones ajustados o minifaldas, sobretodo estas �ltimas
porque son comod�simas, una se siente m�s fresca, m�s �gil para caminar por la
calle. En invierno por el frio me protejo las piernas con medias, pero me
incomoda much�simo usar medias enteras, por ello uso medias con portaligas, me
encantan las de colores blanco o negro.

Cuando me miro al espejo vestida as� noto que luzco bastante
atrevida pero no lo hago por mostrarme as�, sino por que me siento super c�moda.
A veces cuando llego de la calle atiendo de la forma como estoy vestida y los
hombres que llegan a la tienda se quedan impactados cuando me ven, yo
inmediatamente me cambio de ropa por algo m�s recatado.

Un d�a acompa�� a mi esposo a una reuni�n de su trabajo en
casa de su jefe. Por la ocasi�n me coloqu� un vestido minifalda de color
celeste, muy ce�ida al cuerpo, ropa interior blanca, de modelo de bikini que
apenas cubr�a mis partes �ntimas, vest� unas medias blancas que compr� para la
ocasi�n, las cuales me cubr�an hasta la parte alta de mis muslos donde se
sujetaban con una pretina, esto para evitar colocarme los portaligas, ya que se
notar�an exteriormente por lo ajustado del vestido. Ya en la reuni�n me present�
a todos sus compa�eros y el que me atrajo mi atenci�n, muy discretamente por
cierto, fue su jefe, era un joven de 30 a�os, muy atento y caballero, soltero y
atractivo, quien se mostr� muy simp�tico conmigo y no dejaba de mirarme, ante lo
cual yo trat� de disimular esquivando su mirada, me incomodaba mucho cuando
notaba sus ojos puestos sobre mi trasero o mis piernas.

Mientras disfrut�bamos de la reuni�n su jefe quien se llamaba
Carlos, recibi� una llamada del trabajo, de parte del personal que trabaja de
madrugada en la cual le informaban que hab�an problemas en el sistema y que no
lograban resolver el problema. Inmediatamente Carlos comunic� a Daniel de lo
sucedido, el pobre de mi marido sali� inmediatamente hacia el trabajo y me dijo
que esperar� hasta que el llamar� por tel�fono. Mientras esperaba su llamada
Carlos me invit� varias copas de champagne, las cuales trat� de evitar, pero
ante su insistencia tuve que beberlas. Pasada una hora mi marido llam� y habl�
primero con Carlos, su jefe, y luego conmigo dici�ndome que su jefe se hab�a
ofrecido llevarme a casa, y que �l se quedar�a toda la madrugada por que hab�a
ocurrido una falla en los computadores, lo cual le tomar�a por lo menos unas 6
horas. Pasada media hora despu�s de hablar con mi esposo, Carlos hab�a despedido
al �ltimo invitado, inmediatamente cog� mi cartera y mi abrigo y ped� que me
llevara.

Carlos muy atentamente, me tom� de un brazo y nos dirigimos a
su auto que era impresionante, un convertible para dos personas. Ya en el auto
�bamos conversando, al mismo tiempo que le indicaba la ruta a mi casa. Durante
el viaje Carlos se mostr� muy caballeroso y quiso acompa�arme hasta el tercer
piso del edificio donde yo viv�a. Cuando llegamos a la puerta me pidi� que por
favor le invitara un caf�, con la excusa de que pod�a quedarse dormido manejando
a su casa. L�gicamente tuve que aceptar, no s�lo por el favor que me hab�a
hecho, sino tambi�n por ser el jefe de mi esposo y uno nunca sabe como pueden
tomar alg�n acto despectivo.

Cuando beb�a el caf� que le prepar� empez� a decirme cosas
muy atrevidas, las cuales me pon�an nerviosa pero al mismo tiempo me agradaban
escucharlas de su boca, aqu� est� el di�logo:

Sabes, eres muy atractiva Perla? (Me qued� muda) har�a
cualquier cosa por poseerte.

Se�or Carlos, no me diga esas cosas por favor, adem�s mis
hijos pueden escuchar.

Te doy mil d�lares ahorita mismo si te sacas ese vestido

Ni loca, soy una se�ora muy respetable, por favor le pedir�a
que se comporte

Y en eso se acerc� a m�, y yo me qued� est�tica, me arrincon�
contra la pared y comenz� a querer acariciar mis piernas, yo luchaba contra �l,
pero ten�a m�s fuerza que yo, me subi� la minifalda hasta la cintura y se
detuvo, se alej� como 2 metros de donde estaba y yo qued� petrificada con la
minifalda subida y mostr�ndola en contra de mi voluntad mi cuerpo, - qu�
arrechante luces con ese calzoncito y esas medias - me dijo, y arrodill�ndose se
lanz� contra m�, empez� a besarme las piernas, y d�ndome media vuelta me llev�
hacia el sof�, haci�dome recostar, yo quedaba de espaldas frente a �l
mostr�ndole mi deseado trasero, no pude evitar lo que iba sucediendo, me despoj�
de mi calzoncito blanco y su lengua comenz� a recorrer entre mis nalgas,
lamiendo mi vagina y mi virgen anito, comenc� a experimentar una sensaci�n que
jam�s hab�a sentido y que mi pobre maridito Daniel nunca lo hab�a hecho, su
lengua se introduc�a entre los h�medos labios de mi chuchita a una rapidez
impresionante, me mord�a las nalgas, besaba mis piernas y yo simplemente ard�a
de placer, era riqu�simo sentir su lengua tratando de colarse por mi inexplorado
anito, seguidamente prob� con sus dedos, los cuales hac�an lo que quer�an con mi
ex fiel vagina, la cual gozaba como yo, por la lujuria que experiment�bamos
juntas, igualmente mi cl�toris fue una de las partes m�s manoseadas, los
orgasmos suced�an una tras otro, cosa que jam�s me hab�a hecho sentir el santo
de mi esposo, con �l a lo mucho un orgasmo y de vez en cuando.

Carlos me hizo volar por el mundo del pecado, pero ah� no
termin� el asunto, para evitar que mis hijas se despertasen llev� a Pablo a mi
dormitorio y cerr� con llave.

Dentro me despoj� del vestido y del sost�n, quedando tan s�lo
con las medias puestas, me hizo lamer su pene, cosa que jam�s yo hab�a hecho,
pero aprend� r�pido, tras unos quince de chupar su enorme pene Carlos lleg� al
orgasmo y pude saborear su esperma dentro de mi puta y tambi�n ex-virgen boca.

Me envici� tanto con su pene que en 5 minutos se lo volv� a
erectar, me coloc� boca abajo y apoy�ndose en mis redondas nalgas me introdujo
su adorado pene por mi vagina, nunca hab�a hecho el amor de esa manera, me sent�
flotar de tanto placer que sent�a, mi interior gozaba de algo nuevo y sabroso,
el pene de un hombre arrecho que sabe volver puta a una santa como yo.

Pablo lleg� al orgasmo y deposit� su semen dentro de m�, nos
empezamos a besar, su lengua era h�bil, en segundos recorr�a mis senos, mi
cuello, mis orejas, mis labios lo deseaban, cada vez que mord�a mis pezones yo
gem�a de placer, sent� nuevamente como su pene se levantaba ansioso de
introducirse en alg�n agujero, yo hab�a le�do que era pecado pero no me
importaba, sent� como su verga se colaba por mi estrecho anito, estren�ndolo
victoriosamente con unas sacadas y metidas que me hicieron olvidar el dolor, me
sacud�a como la m�s experta ramera, el placer ya hacia 2 horas que hab�a
conquistado mi cuerpo, despu�s de 15 minutos de complacer mi agujerito negro,
sent� como su esperma caliente quedaba otra vez dentro de m�, aunque en otro
orificio.

Pasaron dos horas m�s y repetimos todo de nuevo y yo ni
Carlos nos cans�bamos de tanto pecado y lujuria, de tanto placer y de tanta
ricura, yo de mi parte sentir tan sabroso pene y de esas manos traviesas tan
�giles, de esa lengua que puede volver puta hasta a la m�s santa mujer.

Cuando ya eran las cinco de la madrugada, Carlos se fue, le
regal� mi calzoncito blanco, dejando en �l un beso con lapiz labial para que lo
tenga de recuerdo. Ambos coicidimos en tener la m�xima discreci�n y concordamos
vernos cada 3 meses para disfrutar nuevamente de tanto placer, siempre lo
volvimos a hacer en mi dormitorio, para ello Carlos hacia viajar a mi marido
fuera de Lima y nos reuniamos despu�s de las 12 de la noche, cuando mis hijas
dorm�an.

Siempre lo esperaba vestida tan sensual como la primera vez.
Eso s�, para mi maridito y todo el vecindario yo segu�a siendo la sencilla y
conservadora se�ora Perla , ni se imaginan que en realidad soy una ramera de
primera, que no solamente hace el amor con su marido, sino con Carlos y con
otros hombres que conoaco en la calle cuando voy de compras, con los cuales
termino en alguna hostal o en alg�n penthouse de lujo, hasta a veces cobro algo
de dinero para ganarme algo, y hasta un par de veces he estado con dos hombres a
la vez, que rico se siente sentir una verga por tu chuchita y otra por tu anito
al mismo tiempo. Siempre dejo de recuerdo mis calzoncitos, los cuales compro por
docenas para que nunca me falten.

No quiero dejar de contar de que tambi�n he probado las
vergas y lenguas de algunos amigos de mi esposo, de primos m�os que me deseaban
desde chiquita y que reci�n he podido complacerlos; de un sobrino de mi esposo;
y hasta una vez de un electricista que vino a arreglar los cables. Pero estas
son historias que ya les contare.

Esta es mi historia y espero que la hayan disfrutado.