La Educaci�n de la Se�ora Patizo. (I) El comienzo de mi
educaci�n
Soy Julia, la se�ora de Patizo. Lo que os voy a contar me
sucedi� hace ya algunos meses. No se como mi marido logr� convencerme para
asistir a las clases de educaci�n del se�or Ratzer, un ingl�s de aspecto
femenino y delicado. En realidad no ten�a alternativa, despu�s de haberle
convertido en un "ciervo", me lo puso claro: -O el divorcio o la academia.-
Eleg� lo segundo.
Al abrir la puerta de entrada en aquella gran mansi�n, nos
abri� una chica oriental, bajita, de ojos muy negros y rasgados. Ten�a el tipo
gracioso, marcado por las l�neas exuberantes de sus caderas, y la gracia de sus
pechos peque�os pero resultones, bajo la bata de seda. Nos llev� ante su se�or,
que nos esperaba sentado en una butaca. �Gracias, Lou, Te puedes marchar.-
La chica hizo una reverencia y abandon� la habitaci�n,
sonri�ndonos al cruzarse con nosotros. El se�or Ratzer ten�a un aspecto p�lido,
delgado, pelirojo, de barba frondosa y pinta de no estar muy centrado
-De manera que Usted es la Se�ora Patizo.-
-�Si! �Ella es!.- Se me adelant� mi marido �Se la entrego a
ver si es usted capaz de educarla a mi conveniencia-
- Ya me ha contado lo de sus ....�Infidelidades!.-
- S�. Ahora, para compensarme le exijo una lealtad al cien
por cien.-
- Le ser� fiel, se lo aseguro,. Fiel ,obediente y d�cil.-
El se�or Ratzer se despidi� de mi marido y se dirigi� a m�.
�Querida. He de hacer de Usted una esposa obediente, una esclava sumisa. Espero
que coopere. Si no ser� mucho peor �Cooperar�?.-
- Lo procurar�.-
-�No le oigo!-
-S�iii.-
El se�or Ratzer toc� una campanilla y Lou apareci�, sonriendo
-�Lou! Esta es la nueva disc�pula.- Luego, se dirigi� a m�.- Esta se�ora ser� la
gobernanta durante los pr�ximos d�as. La obedecer�s en todo �Y cuando digo en
todo quiero decir en todo! �Me oyes?.-
-S�. En todo.-
-Ll�vatela ya, Lou.-
-Venir , venir.- Me dijo la china que me arrastraba del brazo
sac�ndome de la habitaci�n y conduci�ndome por un cobertizo hacia una parte de
la mansi�n. Lou me ense�� cual ser�a mi habitaci�n. Una gran habitaci�n muy
lujosamente adornada, con una gran ventana. Se v�a tras una puerta un servicio
con una grifer�a y aparatos sanitarios magn�ficos. En un extremo de la
habitaci�n hab�a un escritorio. La cama era una cama de matrimonio de 2 metros.
Lou despu�s de mostrarme todo me dijo �Esta ser habitaci�n m�a.- Y luego,
se�alando una esterilla que hab�a a un lado de la cama, sobre le suelo, me
indic�. -T� dormir aqu�.-
Luego me mir� a los ojos -Cuando tu pensar preparada. Tu
subir a mi cama .-Dec�a se�alando el colch�n confortable de la cama de
matrimonio y luego prosigui� al llevarme hasta el servicio.
-Tu lavar cuando decir yo. Tu de d�a limpieza de casa, de
noche, puta m�a. Yo hacer contigo buena puta. Tu ahora desnudar y darme ropa.-
Me fu� desnudando bajo los ojos atentos y negros de la china.
A mis 29 a�os tengo un f�sico bastante bonito. Tengo el pecho firme y las nalgas
gorditas y respingonas. Soy rubia de pelo lacio y largo. Mis ojos son marrones
claros y mi nariz recta, ligeramente aguile�a. Mi frente es despejada y alta, y
mi cara alargada. Mi cintura es estrecha y mis caderas anchas, y mis piernas,
como mis brazos, largos y estilizadas, que no flacas.
Lou cogi� el vestido que le entregaba y me extendi� un
diminuto uniforme consistente en una falda unida a un delantal de la misma tela,
que se manten�a por dos tirantes que me ven�an de la falda por la espalda. Ten�a
el traje cuatro botones, dos a un lado dala falda y los de los tirantes. El
resto de mi ropa consistir�a en un sujetador que s�lo cubr�a la parte inferior
de mis pechos, dejando incluso los pezones al descubierto y unas bragas que por
detr�s eran s�lo una tirita y por delante, poco m�s. Y de calzado, junto a unas
zapatillas que eran s�lo dos tiras, unos zapatos tambi�n de tiras y de tac�n
largu�simo.
-Hoy dormir alfombra. Ma�ana levantar temprano. No tener
pelos piernas. Mejor. M�s buena puta.-
La alfombra no ocultaba la dureza del suelo. "Es bueno para
la espalda", me repet�a. Me tapaba con un trozo de colcha que se ca�a de la cama
de Lou, pues para dormir, Lou me orden� que lo hiciera totalmente desnuda. A las
seis y media de la ma�ana son� un despertador. Lou sac� la pierna de la cama y
me dio algunos puntapi�s.- �Levantar! �vaga! �Levantar!.-
Me le� una lista de actividades que Lou me hab�a entregado
por la noche, y hab�a guardado en el �nico bolsillo de mi uniforme. Me puse a
hacer de todo, pero a las siete y cuarto, despert�, como estaba indicado a Lou.
Le prepar� usando una cafetera el�ctrica y algunos artilugios m�s del office, un
desayuno que le llev� a la cama. Luego, mientras com�a le prepar� el ba�o y tuve
que estar presente mientras ella se duchaba. Puso el tap�n de la ba�era. Yo
estaba presente para que al acabar, le extendiera la toalla.
-Si querer ba�ar, ah� tener agua. Yo ahora ser honor servir
desayuno Mister Ratzer- Me dijo mostrando el agua en el fondo de la ba�era. Me
sent� en la ba�era. Me cubr�a poco m�s de la mitad del muslo. Me enjabon� y me
aclar� con el agua que ya hab�a utilizado Lou. Para secarme tuve que utilizar
una peque�a toalla de lavarse las manos.
Luego me pic� el gusanillo del hambre y me tom� una tostada
mordida que Lou hab�a dejado casi entera y me serv� los restos del caf� de la
cafetera en la taza que ya Lou hab�a usado.
A las nueve, cuando estaba a punto de acabar mi faena en esa
parte de la casa, vino Lou de nuevo. Pas� un dedo por los muebles y mostr� su
desaprobaci�n. �Tu ser ama de casa guarra. Tu tener empezar otra vez.- Tuve que
empezar desde el principio a limpiar.
A la hora de la comida, Lou me traslad� a la cocina. Le
prepar� la comida que ella me dec�a y se la serv�. Luego ella fue a servir al
se�or Ratzer y yo aprovech� para comerme el pan que sobraba y enganchar alguna
tajadilla de carne de la cazuela. Despu�s vino Lou con los resto de la comida
del se�or Ratzer. �Tu poder comer esto tambi�n.- La verdad es que sobraba
comida. Creo que lo que pretend�a era que me humillara a comer la comida de sus
platos
Alas cuatro y media, despu�s de casi diez horas de trabajo
ininterrumpido, Lou me dijo que soltara la fregona. Descans�, sentada en una
silla de madera durante media hora y a las cinco comenz� mi educaci�n.
Lou me indicaba - Primero princesa posici�n sumisa de pi�.- Y
yo me pon�a de pi�, con las piernas lo suficientemente separadas para que
cupiera una manos entre mis muslos y las manos atr�s.- As� poder cualquiera
desabrochar botones.- Y diciendo esto, Lou me desabroch� los botones de los
tirantes.
- Sumisa de rodillas ser postura con manos atr�s.- Y yo, con
las piernas tambi�n abiertas obedec�a y al agacharme, los tirantes se me fueron
hacia detr�s y el delantal delantero se fue cayendo hasta dejar mis pechos
desnudos. Luego hice la postura de sumisa a cuatro patas, que Lou aprovech� para
subir mi corta falda y observar mis nalgas y mis muslos.
-Postura cuatro patas para usarte.- Me ten�a que agachar y
poner los brazos cruzados sobre el suelo y la mejilla sobre las manos. Mi culo
asomaba por debajo de la falda. Lou me acarici� las nalgas .-Si tu tumbarte,
manos igual ahora.- Me tend� sobre el fr�o suelo del saloncito. Lou se sent� en
el sill�n y puso sus pies descalzos sobre la parte media de mi espalda. � Muy
c�moda...postura muy c�moda.-
repet�amos las posturas varias veces. Yo ya las sab�a pero
era remisa a humillarme de aquella manera y Lou fing�a creer que no las conoc�a
para hac�rmelas repetir y as� quebrar mi rebeld�a. As� que al final termin� por
colaborar.
-Haber tres tipos de postura que ser. Exhibici�n, sumisi�n y
uso. Exhibici�n, tu mostrarte elegante, bella, como caballo en feria. Sumisi�n
tu parecer pedir perd�n. Uso, tu prepararte ser follada como buena puta.- As�
estuve hasta las siete, en el que por f�n, durante tres horas pude descansar.
Estaba molida. Luego me prepar� una cena, ,por f�n. Era mi propia comida y no
las sobras de Lou que cenaba, al parecer con el se�or Ratzer. A las once menos
cuarto, bajo la atenta vigilancia de la china se me permiti� ducharme. Una ducha
de s�lo tres minutos, con el agua templada, demasiado fr�a para mi gusto. Al
salir, el uniforme hab�a desaparecido, s�lo pod�a ponerme las bragas.
-�Ven!- me orden� Lou desde el otro lado del cuarto, sentada
en su sill�n. - �Venga! �Mu�strate de pi�!.- Me dirig� hacia ella, a un metro y
medio de sus rodillas y separando las piernas, puse mis manos detr�s de mi
espalda. Lou pos� su mano sobre mi vientre mientras me dec�a.- Buena puta nunca
permitir besar boca �Saber?.-
No lo sab�a. Lou puso su boca sobre mi vientre, sent� sus
labios recorrer mi piel alrededor de mi ombligo y aquellos deditos apartar la
tela de las bragas que cubr�an el sexo. Sus deditos apartaron los pelitos que
naciendo en los labios de mi sexo, cubr�an mi cl�toris. Luego separ� mis labios
y roz� la punta carnosa de mi cresta..
Comenc� a sentirme excitada. Mi deseo traicionaba mi pudor y
mi rebeld�a. Deseaba saber si Lou ser�a capaz de ir poco a poco m�s all� y lo
que yo sentir�a, y tuve ocasi�n de comprobar satisfactoriamente ambas
cuestiones. Lou atrap� mi cl�toris entre sus dedos y lo pellizc� con suavidad y
sus caricias se fueron convirtiendo en un magreo exagerado, lleno de pasi�n y de
deseo, que hac�a que tanto mi cl�toris como mis pezones se pusieran
supercachondos. Sent�a fuego en mi interior y sufr� una decepci�n cuando Lou, en
una maniobra extremadamente calculada decidi� dejarme a dos velas,
interrumpiendo aquel romance � Ma�ana aprender m�s si trabajar duro.-
La esterilla no era el lugar m�s adecuado para descansar .
Adem�s, mi calentura me impidi� durante buena parte de la noche dormir, hasta
que el agotamiento pudo con ambas cosas, la incomodidad y el deseo sexual.
La noche pas� r�pidamente y de nuevo me tuve que levantar,
destrozada, a las seis y media de la ma�ana, para repetir todo el ritual de
trabajo, de llamadas, de desayunos clandestinos. A las cuatro y media, despu�s
de otras diez horas de trabajo casi ininterrumpidos, Lou me llam� para seguir la
lecci�n.
-�Humillada de rodillas!.- Y yo ten�a que agachar la cabeza
tanto que ten�a que ver mi nuca desnuda de pelos, con las manos a la espalda y
las piernas separadas.
-�Ense�a culo!.- Y me pon�a de pi� y me daba la vuelta y
doblando ligeramente la espalda separaba mis nalgas y le ense�aba mi agujero a
la curiosa oriental, sintiendo como la tela de las braguitas me rozaban el ano.
- �Ven, Puta!.- Me acerqu� a ella recorriendo con dos paso la
corta distancia que nos separaban. Me mostr� sus pies desnudos.- Lamer pies
�Venga!.- Me inclin� hacia sus pies y los cog� y tomando cada uno de sus dedos
con mis labios los lam� como un rico caramelito. Uno a Uno
-�Puta, de rodillas!.- Solt� sus pies y me coloqu� r�gida
sobre mis rodillas, con las manos a la espalda y las piernas separadas. Su
pierna atraves� mis muslos y sent� como los deditos que tan bien hab�a tratado
me presionaban sobre la parte exterior de mi sexo y agarrando tras intentarlo
repetidas veces las bragas de mi sexo, sent� el dedo gordo justo entre los
labios de mi raja. Me puso muy caliente. Lou no levantaba la mirada del manual
de educaci�n.
Luego sac� su pierna de entre las m�as y pas� la planta del
pi� por mi vientre y subi� hasta los pechos y sent� sus deditos sobre mis
pezones y lo puso en mi cara, para que me volviera a meter entre los labios los
deditos durante un rato y lamiera la planta de sus pies. Al final, puso el pi�
sobre mi hombro y empuj�ndome bruscamente, me desequilibr� y casi me tira.-�
Tumbada, Puta!.-
Tumbada mirando al techo ten�a que poner los brazos por
encima de mis hombros, preferiblemente cruzadas bajo la cabeza. Not� la planta
de su pi� sobre mi sexo, jugar a agarrar con los dedos de los pies mi cl�toris.
Luego mov�a el pie y provocaba el movimiento oscilante de todo mi cuerpo. La
tela de las bragas se me meti� entre los labios del sexo y mi cl�toris apareci�
a un lado, valiente, pele�n. Entonces volvi� a intentar meter el dedo gordo del
pie en mi sexo, y al sentirlo h�medo me comunic� que era el momento de mi
descanso. Me dej� otra vez muy caliente.
Ese d�a, tras el ba�o, Lou me volvi� a llamar y orden�ndome
que me quitara las bragas me dijo que me quedara con las manos encima de la
cabeza. Lami� mis pechos y toc� mi sexo e introdujo un dedo hasta la altura de
un anillo dorado muy gordo y me masturb� por primera vez de manera completa Me
corr� de pi�, sintiendo el calor de su mano en mi sexo, su palma extenderse
entre mis piernas y su dedo maniobrar decididamente dentro de m�.
La tercera noche sobre la esterilla se me hizo m�s corta a�n
que las anteriores. Volv� a la sesi�n agotadora de trabajo y al final, a las
cuatro y media, en descanso por los tres d�as, pude descansar en sustituci�n de
la tediosa sesi�n de "posturitas". Pero luego, a las ocho, Lou me ense�� a
moverme como una "Buena puta".
Vestida con un traje min�sculo de color negro y aquel
sujetador que no me tapaba los pezones y aquellas bragas min�sculas, Lou me
dec�a como sentarme sensualmente, como mover mis caderas al andar, como
balancear mis piernas al estar sentada y como levantarme como una "se�orita
puta".
La forma de mirar, la forma de sonreir. Todo lo ensay�
durante horas Lou era met�dica y efectiva. Me permiti� ducharme , pero despu�s
de los tres minutos de rigor, me quit� el agua. Sal� de la ba�era y ella se
sent� sobre el retrete tapado. Me orden� que me pusiera de pi� con las manos en
la cabeza. Era la forma de uso de pi�. De nuevo Lou me tom� entre sus manos y su
boca. - �Tu querer amor! �Tu tener amor!.- Y dicho esto, tom� mi pez�n entre sus
labios y lo apret� y tir� de �l, arranc�ndome un sollozo m�s placentero que de
dolor. Comenc� a moverme contra sus dedos y me masturb� hasta arrancarme un
orgasmo feroz.. Y s�lo despu�s de correrme consinti� en liberar mi pez�n de
entre sus labios.
Parec�a que Lou sent�a un gran placer haciendo cada uno de
los pasos de su trabajo. Desde luego, la satisfacci�n se reflejaba en su cara
sobre todo mi sexo se rend�a a su manos y con �l, mi cuerpo y mi alma. Esa
noche, para premiarme, me dej� dormir en la cama, pero a sus pi�s y por
supuesto, fuera de las s�banas. Pero al menos dorm� en blando.
Claro que a la ma�ana siguiente, al tocar las seis y media,
Lou me tir� de la cama de un puntapi�. A la ma�ana siguiente, despu�s de las
primeras horas de trabajo y del clandestino desayuno, fui llevada por Lou, sin
que lo supusiera, ante la presencia del Se�or Ratzer.
El se�or Ratzer mostr� su aprobaci�n al verme -�C�mo va la
alumna?-
-�Bien! �Yo convertir buena puta!.-
- Por lo menos ha perdido los dos kilitos que le sobraban y
�La has probado bien?.-
- �A�n quedar tiempo, Mister Ratzer!-
- Pues....�Aprov�chalos!.-
Lou me hizo que limpiara el suelo del sal�n de rodillas. Se
pon�a detr�s de mi.- Gustar raja con pelos. �Salir de bragas!.- Acab� de fregar
sobre la una de la tarde. Me dirig�a a hacer la comida, pero Lou me orden� que
me tumbara sobre la parte del suelo que a�n estaba h�meda. Miraba hacia el suelo
y en esta posici�n deb�a de abrir las piernas y cruzar mis manos bajo mis
mejillas.
-�Saber? Se�or Ratzer muy interesado en educaci�n tuya �Muy
interesado!.- Lou apart� de telita de las bragas de en medio de mi raja y
comenz� a tocarme la entrepierna de manera descarada. Mi sexo comenz� a
humedecerse al sentir su mano sobre m�, al sentir su dedo introducirse dentro de
m� levemente al principio y luego, en toda su largura. Respir� con fuerza,
excitada un par de veces. Lou comenz� a sacar su dedo de mi sexo y lo puso entre
mis nalgas.- Ahora dedo ya lubricado.-
Sin darme mayor explicaci�n, Lou penetr� mi ano con decisi�n.
Yo contraje las nalgas para impedirlo.-No resistirte. Yo no dolor . Si tu no
quieta entonces hacer da�o..-
Lou me cog�a de los pelos y tiraba de mi cabeza hacia detr�s.
Ten�a su rodilla sobre mi espalda. Mi forcejeo resultaba in�til, as� que me
qued� quieta, relajada. De hecho, llev� mis mano a nalgas para separarlas y que
Lou pudiera meter todo su dedo dentro de mi ano.
-�Gustarte? �Eh? �Gustarte?.- Preguntaba Lou entusiasmada
-�Siiii!�Siii!.-
Despu�s de mi confesi�n Lou puso su otra mano sobre mi sexo y
meti� un dedo en mi vagina, y comenz� a combinar el movimiento de ambos dedos en
mi interior. Cuando una sal�a el otro entraba y viceversa hasta que me corr� con
un orgasmo fenomenal.
Me qued� tumbada unos minutos en el sal�n, pensando en lo que
estaba viviendo, mientras la china me miraba, fumando de un cigarrillo
extremadamente largo y delgado Despu�s, al cabo de un rato, Lou me lanz� su
veredicto - Yo ya probar co�o y probar culo. Tu ser buena puta. Esta noche
acostar junto a m� en cama.-
Desde hac�a varios d�as no hab�a parado de trabajar. El
descanso esta vez hab�a sido mucho mas largo, pero a pesar de todo estaba
molida. Despu�s del ba�o, mi ropa hab�a desaparecido. Sal� del ba�o y Lou me
esperaba, como otros d�as en el sill�n. -�Tumbarte en cama!.-
Me fui a tumbarme sobre la cama, en la que tan s�lo hab�a una
s�bana y me tumb� de cara al colch�n. Pens� en mi culo penetrado aquellas misma
ma�ana. Lou se desnudaba poco a poco � Tu estar quieta.-
Se acerc� a la cama y se puso a lamerme la oreja, el cuello,
la columna vertebral, las nalgas, los muslos, las pantorrillas, los pies. Luego
su lengua volvi� a ascender hacia mis pantorrillas, los muslos y las nalgas.
Puso su cara entre mis nalgas y separ� mis piernas. Sac� la lengua y la sent�
lamerme en la parte trasera de mi sexo, y de vez en cuando, mi dolorido ano.
-�Ahora darte la vuelta pero agarrar manos a cabecero!.-
Lou se sirvi� de mi otro medio cuerpo. Me bes� en la boca y
luego introdujo, como si fuera un pene, su lengua en mi boca y yo me dediqu� a
tratarlo como tal. Luego me bes� los pechos y los pezones. Yo me esforzaba en
mantener las manos en el cabecero mientras ella jugaba con mis pechos. Me los
lam�a mientras separaba los labios de mi sexo con sus dedos h�biles y rozaba mi
cl�toris y lo recorr�a hasta introducir la yema de sus dedos en mi rajita
h�meda.
Puso mis piernas sobre sus hombros, y me las subi� todo lo
que pod�a. Sent�a su pecho en mi sexo, y luego, poniendo los brazos debajo de m�
de manera que me obligaba a tener la espalda encorvada, introdujo la lengua en
mi sexo.
Lou entonces comenz� a darse la vuelta, colocando sus muslos
a un lado de mis hombros y luego, una pierna a cada lado. Sent� la piel de sus
muslos en ambas rejillas y frente a m� ve�a la parte trasera de sus nalgas y
debajo de ellas, su sexo bien cuidado, con vellos cortitos y ordenados. De
pronto, aquello se pos� sobre mi boca y sent� en mis labios una humedad viscosa.
Lou hundi� sus dedos en mi sexo, seguro que esperando una
reciprocidad en las caricias que yo atend�a como buenamente sab�a. Lou comenz� a
lamerme el cl�toris a la vez que sus dedos penetraban en mi vagina. Mi lengua
recorr�a nerviosa su sexo.
El ritmo de sus dedos empez� a acelerarse dentro de mi sexo y
con ella, mi lengua se aceleraba. Apretaba las nalgas y las relajaba y me
intentaba empujar con las piernas abiertas, en un movimiento que acompa�ara sus
entradas y salidas. Ya no me preocupaba de lamer, s�lo daba besitos a un lado y
otro de los muslos de Lou, esperando, concentrada en la llegada de mi orgasmo.
Lou, por su parte se mov�a tambi�n. Sent�a su humedad
creciente y me golpeaba con su sexo en la boca. De repente la not� sacar m�s
fuerza a�n y apretar su co�o contra m�. Me apret� las nalgas que cogi� en sus
manos y comenz� a moverse de manera desbocada y a gozar gimiendo -�Aaaahhhh
Aaaahhhhh Ahhhhhh.-
Al correrse, Lou comenz� a tratarme con m�s agresividad.
Mord�a la parte baja de mis nalgas e introdujo su dedo dentro de m� lo m�s
profundamente que pudo y luego, otro dedo. Los agit� alocadamente hasta que me
arranc� un fuerte orgasmo. Su final del orgasmo coincidi� con el comienzo del
m�o. La esclava no goz� hasta que la ama estaba saciada, como en el desayuno.